Este Trabajo, realizado por encargue para ser obsequiado a una Dama con motivo de sus 80 años, constituyó realmente todo un desafío, este estaba planteado en términos de lograr dar al menos algo de vida a la obra que se iba a encarar, modelado a partir de la observación de una "Rosa Viva", al decir esto me refiero una Rosa en su Madre Planta, observarla de día y de noche, al amanecer con sus luces de rocío, observarla resistir el poder del sol de verano al medio día y como se preparaba para la noche, observar lo que sucedía con sus pétalos ante estas diversas situaciónes, la belleza de sus espinas redondeadas por el rocío de la noche, observar y a través de ello, vivir instantes de su vida, fué muy interesante y demandó realmente pasión, el desafío en aquellos años contrastaba con la Rosa Famosa, ésta no tenía en su andar un "Afamado Destino", pero un muy peculiar contraste las vinculaba,
y, como todo aquello que contrasta, difiere, y esa diferencia hacía más apasionante la labor, Rosa Viva debía ser tributo de los 80 años de Vida, sus 8 espinas y sus 8 hojas representaban a sus 8 décadas, una particularidad de la Rosa es que cada tallo porta siempre cantidades impar de hojas, otra es ver como sus pétalos se cierran por la noche no sin antes lanzar un subyugante perfume, todo esto mas el análisis de la complejidad de sus partes, la textura de su tallo, la delicadísima curvatura y sección de sus espinas, las cápsulas de donde emergen sus ramas, la corona de dónde nace la flor, todo en contraposición con la extremada exactitud de sus hojas, en resumen la armonía y la belleza, la Naturaleza, la plenitud.
No creo necesario agregar que he disfrutado muchísimo de este trabajo pero el placer es el que conduce a la continuidad y esta ha parido otro diseño de Rosa que por estos tiempos estoy realizando, aunque en este caso un poco mas tormentosa.
Diseño y Realización: Claudio Criscuolo
